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Ante el Pleno de la Comisión Permanente, la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, presentó su informe de labores correspondiente al año 2019, en donde destacó que se establece una premisa sobre comunicación constante y permanente con las víctimas de violaciones a derechos humanos, colectivos y con el Congreso de la Unión, con el objetivo de establecer mejores instrumentos que faciliten la interposición de quejas.
Sobre los expedientes atendidos en la Comisión, la presidenta de este órgano, informó que entre el 15 de noviembre del 2019 y el 21 de enero del 2020, se recibieron 5393 expedientes, de los cuales se han atendido 4778 y se han emitido 52 medidas cautelares.
La titular de la CNDH, puntualizó todo lo relacionado al Programa de Diez Acciones Inmediatas, el cual, señaló “ya está en marcha y se ha venido fortaleciendo con más acciones complementarias”. Sobre el tema, enunció que el programa consiste en el abatimiento del rezago y emisión de recomendaciones; revisión y ajustes al procedimiento de quejas; capacitación y actualización del personal de las áreas sustantivas de la Comisión; fortalecimiento del área de atención víctimas; combate a la impunidad y reducción de los tiempos de respuestas; fortalecimiento de las Visitadurías Generales; todas las formas de acercamiento de las CNDH a las víctimas; revisión y fortalecimiento de los programas especiales; así como promoción y defensa de los derechos económico, sociales, culturales y ambientales.
Al hablar sobre el ejercicio del gasto, señaló que se privilegiará la atención a las víctimas directas e indirectas y a las personas que están en riesgo, por lo que se aplicará prioritariamente para utilizarlo en las áreas sustantivas de la CNDH, como lo son, las Visitadurías Generales, en el área de Quejas, y en todos los programas de apoyo directo a la investigación y seguimiento de los casos.
Rosario Piedra Ibarra, hija de la activista Rosario Ibarra de Piedra, comentó que se tiene conciencia de la magnitud de la tarea de la institución que preside, por lo que no existe hoy “una víctima que se haya acercado a la CNDH, a la que no se le haya dado atención y respuesta,” concluyó.