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Al hacer uso de la tribuna, Abel Altamirano Ramírez, hablante de la lengua Náayeri (cora), que se habla en la comunidad indígena de Jesús María, municipio del Nayar, en Nayarit, hizo un llamado a las autoridades federales para promover acciones de concientización y valoración que ayuden a incentivar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en la práctica de su lengua materna. Lo anterior en el marco de la celebración del 2019 como Año Internacional de las Lenguas Indígenas, que se realiza en la Cámara de Diputados
MENSAJE:
Agradezco a la Secretaría de Cultura, a la Dirección General de Culturas Populares Indígenas y Urbanas y al Centro Estatal para las Culturas Populares e Indígenas de Nayarit.
Mi nombre es Abel Altamirano Ramírez, hablante de la lengua Náayeri (cora) de la comunidad indígena de Jesús María, municipio del Nayar, estado de Nayarit (Tierra del Rey Nayar).
Me es grato y un honor expresar aquí, en esta tribuna, lo importante que es la lengua Náayeri, la lengua que se habla en mi entidad, que orgullosamente lleva el nombre de Nayarit, cuyo significado es ‘estar bien’: náayer. Para mí es muy importante hablar de mi identidad, para fortalecer el desarrollo de las comunidades, la socialización y la conservación de nuestras lenguas indígenas y culturas propias de las familias.
Hoy en día habitamos en la Sierra Madre Occidental, en la parte norte del estado de Nayarit, prácticamente colindando con Durango, Zacatecas y Jalisco, con cerca de 10 mil habitantes, con más o menos cuatro variantes dialectales, según las estadísticas: chuisetyaaka, de quienes habitan en Jesús María; kuáaxataka, de los de San Francisco; yaujkaka, en Mesa del Nayar, y kuaimuarusaaka, en Santa Teresa, que está en la parte más alta de esta región. De las 10 mil familias indígenas originarias de la lengua Náayeri, únicamente 50 por ciento se comunica en su lengua y 50 por ciento habla más el español.
Es muy triste que en la actualidad seamos muy pocos los hablantes de la lengua. Yo me pregunto: ¿por qué se está acabando nuestra lengua, la cultura, la identidad como Náayeri que somos?, y la respuesta que encuentro es que está en peligro de extinción porque ya no se practica en las familias, porque no se le da continuidad en la educación, porque muchos de los hermanos náayeri emigran a Estados Unidos o a las ciudades en busca de empleos y mejora económica para sus familias.
Los padres de familia no les hablan a sus hijos en nuestra lengua materna, porque quieren que en la escuela entiendan a los maestros y puedan comprender mejor el español en niveles superiores. En su mayoría, las escuelas de nivel secundaria y preparatoria no cuentan con maestros hablantes de la lengua Náayeri, no realizan actividades referentes a la lengua ni prácticas relacionadas con nuestra cultura.
Además, la tecnología interviene mucho en la pérdida de la lengua, pues bombardea a la sociedad, en general, introduciendo culturas de otros países, ajenas a la nuestra; los jóvenes náayeri, en su mayoría, ya cuentan con un dispositivo móvil, celulares o tabletas; ven constantemente la televisión y adoptan nuevas maneras de comunicación. Internet sería provechoso si los dispositivos se adaptaran a las culturas y las lenguas de cada pueblo originario, si hubiera programas didácticos en las computadoras en lengua Náayeri que se aprovecharan al máximo.
Mi propuesta es que las instituciones federales, estatales y municipales promuevan acciones de concientización y valoración que ayuden a incentivar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en la práctica de su lengua materna en sus hogares con los padres de familia, a través de programas y proyectos que revitalicen la cultura y la lengua, principalmente en los pueblos originarios, porque hay localidades que han perdido la esencia de ser un pueblo originario, ya no se visten como indígenas, no llevan a cabo sus rituales, y esto sólo sucede en las zonas donde hay personas mayores que todavía hablan su lengua. Si en los planteles educativos de secundaria y preparatoria hubiera docentes bilingües hablantes de la lengua Náayeri, se le daría continuidad a su uso.
Por ello, en cuanto al progreso y desarrollo de los pueblos indígenas, hago la petición a las autoridades de que se lleven a cabo acciones que fortalezcan las lenguas y culturas, para que se aprovechen, respeten y conserven los recursos naturales y que se refuerce la economía a través de pequeñas empresas de elaboración de juguetes, llaveros, materiales que se utilizan en las fiestas tradicionales y que se puedan comercializar en la región y fuera de ella, para que así los jóvenes permanezcan en sus localidades y no tengan que emigrar a otros lugares en el país o fuera de él en busca de trabajo.